Durante los últimos 150 años, numerosos estudios y obras budistas sobre esta tradición han representado un budismo único y moderno, incluso cuando se intentan mostrar sus enseñanzas atemporales o se abordan los elementos “esenciales” de la tradición. Esta literatura, tanto asiática como occidental, teje los hilos de diferentes corrientes para crear un híbrido novedoso que alinea el budismo con muchas de las ideologías del Occidente postilustrado.
En este libro, David McMahan cartografía el desarrollo de este “modernismo budista” y la construcción del budismo moderno. Se centra en los encuentros ideológicos e imaginativos entre el budismo y la modernidad en el terreno de la ciencia, la mitología, la literatura, el arte, la psicología y el pluralismo religioso. Se analizan, por ejemplo, las contribuciones de interlocutores como D.T. Suzuki, Anagarika Dharmapala, la teosofía, los procesos de destradicionalización, el movimiento mindfulness, etcétera.
Su posición es crítica, pero empática: al tiempo que presenta el modernismo budista como una construcción producida por numerosos actores e intereses, no lo reduce a error o tergiversación. Por el contrario, presenta el budismo moderno como un proceso históricamente complejo, constituido por una pluralidad de respuestas a algunos de los más candentes interrogantes de nuestra era.