Alex se queda horrorizado al descubrir que su hermano ha forzado a una muchacha indefensa. Atormentado por la culpa, Alex se casa con ella y pretende criar al hijo que lleva en su vientre. Al poco tiempo de la boda, Alex descubre que Annie, la hija «boba» de un juez local, no sufre ninguna discapacidad mental, sino que padece sordera. Mientras Alex aprende a comunicarse con Annie, despierta una parte inexplorada de la muchacha y le descubre el mundo del amor.