Dios está siempre presente; Su mano está en todas las cosas. Cualquiera que sea la situación en la que nos encontremos ahora, cualquiera que sea o cualesquiera que sean las personas con las que nos relacionemos ahora, tiene la clave de la sanación del pasado y la liberación del futuro. Podemos ser una persona distinta de la que fuimos antes, liberando el futuro para hacerlo también diferente.