La sutileza, la recurrencia a referentes afectivos, pero también políticos y del arte y las letras, una conciencia del lenguaje que reconoce tanto el gesto culto como la jerga; el humor y la ironía dan cuerpo a este relato que ratifica la capacidad alusiva y cuestionadora de Dazra Novak. Sorprendente, llena de mujeres pertinaces, bellas, egoístas, ocurrentes, amorosas, arteras, libres, al borde de la desesperación o de la nostalgia, Niñas en la casa vieja es un libro tramado con pericia, consciente de su alevosía. ¿Novela lésbica? Insuficiente. ¿Novela feminista? Insuficiente. Se trata de una novela sobre la condición femenina; es en primera instancia un hermoso poema a la mujer y sus inabarcables perspectivas. En segunda instancia, lo sospecho, es muchísimo más.