Las cabezas cortadas, la mutilación del cadáver del enemigo y la captura de trofeos macabros no es un fenómeno que, por desgracia, podamos acotar en el tiempo, arrojándolo a momentos pretéritos y más oscuros que nuestro siglo XXI. Al contrario, se trata de un comportamiento, a menudo ritual, que aparece casi ubicuo a lo largo de la Historia, y en sociedades muy diversas, desde la antigua Asiria al actual Irak, desde esos celtas que guardaban con mimo cráneos embalsamados a las calaveras japonesas que los norteamericanos atesoraban durante la Segunda Guerra Mundial, de los sacrificios humanos de las culturas mesoamericanas al código samurái, de las pirámides de cabezas timúridas a las abominables matanzas de los narcos en México o del ISIS en estos tiempos que nos ha tocado vivir.
El profesor Francisco Gracia Alonso, catedrático de Prehistoria en la Universidad de Barcelona, autor de libros como Furor Barbari. Celtas y germanos contra Roma, La guerra en la Protohistoria o El tesoro del Vita: la protección y el expolio del patrimonio histórico arqueológico durante la Guerra Civil, además de miembro del consejo editorial y colaborador habitual de Desperta Ferro Antigua y Medieval y Desperta Ferro Historia Moderna, se vale de las fuentes, del análisis antropológico y de la arqueología del conflicto para abordar en Cabezas cortadas y cadáveres ultrajados una faceta tétrica del comportamiento humano, pero que no por ello dejó de estar muchas veces normalizada, como es la profanación del cadáver del enemigo caído.
Un estudio de este fenómeno desde sus diversos parámetros culturales, religiosos y éticos que permiten intentar explicarlo, inserto en discursos de poder y de memoria, de escarnio del vendido y de ejercicio del terror, en un recorrido diacrónico que nos asoma al rostro más negro de la psique humana, allí donde laten con violencia las pulsiones de Tánatos.