El día en que, sin salir de casa, podamos ganarnos el sustento gracias al teletrabajo, producir los bienes de consumo diario mediante las tecnologías 3D, cultivar nuestros alimentos en huertos verticales domésticos, generar energía limpia a partir del sol, el viento o los residuos y comercializarla vía digital, el ancestral sueño de la autosuficiencia se habrá hecho realidad, y estaremos a punto de internarnos en una nueva fase de la civilización.