En la novela Menos de cero10, de Bret Easton Ellis, unos chicos ricos y aburridos miran películas snuff, mientras que la imagen de una chica preadolescente atada a una cama y violada en repetidas ocasiones aparece de fondo durante toda la obra. En el libro de Tama Janowitz Esclavos de Nueva York11, las mujeres son esclavas sexuales a cambio de vivienda (el eslogan de los almacenes Bloomingdale’s basado en esta novela te pregunta si «eres una esclava de tu novio».) En Lust, de Susan Minot, la protagonista describe su promiscuidad como algo que la hace sentirse «como un trozo de ternera machacada». La heroína de Love Me Tender, de Catherine Texier, persigue humillaciones sexuales cada vez más violentas («Como la vez que lo hicimos con tanta violencia», canta Sinead O’Connor, «que había sangre en la pared»). En la cultura juvenil, el amor sexual romántico e íntimo queda en su mayor parte restringido a las relaciones homosexuales, como en las novelas de David Leavitt, Michael Chabon y Jeanette Winterson.