Este diario titánico y minucioso sirvió para, entre otras cosas, leer algunas de las claves de la llamada Restauración inglesa. En él, Samuel Pepys comentaba eventos sociales, cuestiones literarias, criticaba a los políticos de la época y, sobre todo, desvelaba sin pudor toda suerte de intimidades: infidelidades, celos, dudas, la tormentosa relación con su esposa Elisabeth… Al mismo tiempo, el registro de sus entradas diarias fueron esenciales para conocer los sucesos de su tiempo: desde la gran peste bubónica de 1665, que mató a cien mil londinenses —el 28 % de la población—, hasta la guerra contra Holanda, pasando por el gran incendio de Londres de 1666.