«Y tomé el librito de la mano del ángel y lo comí y fue dulce en mi boca; después, ya comido, fue amargo en mi vientre», escribió Juan en sus Revelaciones. Este libro, Comí, parece escrito bajo dicha consigna. Un hombre va a ser operado. Para serlo, debe vaciar todo resto de comida de sus intestinos, su estómago, su vida. El hombre tiene tres días para deshacerse de todo lo que comió y deshacerse de sí mismo y deshacerse. En esos tres días el hombre recorre, a través de sus comidas, su vida. El hombre, a veces, se parece mucho a Martín Caparrós; a veces no. Misterioso y explícito, hedonista y paranoico, celebratorio y llorón, Comí es un libro extraño: mezcla de novela, memoria, ensayo, basurero, es el relato de una caída y es, sobre todo, una reflexión brutal sobre la comida, los cuerpos y la medicina. Una nueva y singular entrega de Martín Caparrós, uno de los escritores indispensables en lengua española de nuestro tiempo.