Estas páginas son una invitación a vivir reconciliados con el hecho de la muerte, como un aspecto intrínseco a la vida que experimentamos. Para ello es necesario mirarla de frente y escuchar todo lo que nos quiere decir; quizá entonces descubramos revelaciones que nos sorprenden —que no estaban ocultas, sino que simplemente necesitaban que les prestáramos atención—, y sintamos una revolucionaria liberación en nuestras vidas.
La muerte llega como lo hace cada instante, fulminando todo lo anterior y abocándonos a una situación totalmente nueva, desconocida, sobre la que no tenemos el control; y así es exactamente la vida: siempre nueva.