El escritor Johan August Strindberg (1849 – 1912), considerado uno de los autores más importantes de la literatura sueca, tiene reconocimiento mundial principalmente por sus obras de teatro; se le considera el renovador del teatro sueco y precursor del teatro de la crueldad y el teatro del absurdo. Su obra La señorita Julia toca uno de sus grandes temas: las tensiones en el seno de las clases altas frente a los intentos de renovación de las clases populares que, aún con sus contradicciones, abandonan sus viejos papeles de sumisión. En la cocina de una mansión aristocrática la señorita Julia, hija del dueño, y el criado Juan intiman. La señorita padece un desequilibrio mental y el criado aprovecha esto para utilizarla y expresar toda la rabia de su condición social. Esta manipulación aboca la trama de manera inexorable hacia la tragedia, aunque antes se desplegarán sobre el escenario todos los componentes que la han provocado: el pasado, las diferencias, la pasión y la personalidad de los protagonistas. Hay un tercer personaje, la cocinera, que cumple una función modesta pero importante en el planteamiento y el desenlace de la acción.