El amor es vida; el amor es fuerza; el amor es potencia; ¡el amor es libertad!
Es el amor que crea, es el que conserva, es el que salva, el que regenera.
Por eso, el futuro es de la mujer, pues el amor se desarrolla en tres fases: primero es filial, luego conyugal, y finalmente maternal.
Aquel último término es el más perfecto, y es por él que la humanidad comulga con Dioses.
En consecuencia, la mujer se eleva más alto que el hombre en la escala del amor, y cuando el amor domine a la fuerza, la mujer será la reina del mundo.
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