Una desenvuelta voz rememora con radical sinceridad sus primeras erecciones en los camarines de hombres, sus pulsiones eróticas con los compañeros de curso y su temprana vinculación a las Juventudes Comunistas donde la áspera lógica heterosexual, opera como signo dominante de la izquierda de aquella época. De fondo oímos el televisor Motorola y su programación ochentera como un ruido blanco, el telón gris dictatorial imantando su violencia en todo el territorio, y a los padres, dos fantasmas o ánimas, que comienzan a diluirse, a mutar durante la adolescencia, a volverse otros en la adultez.
Papelucho gay en dictadura es un libro híbrido plagado de conmovedoras escenas y agudas esquirlas, que se ubica en el límite de la auto ficción y la escritura de memorias. Un brillante testimonio que retorna a la experiencia de crecer y sus metáforas. Y abre otro costado: lo duro que resulta para un adolescente, luchar contra la dictadura y entenderse gay al mismo tiempo. También hay epifanías: días junto a las tías, jornadas de peñas, de El Trolley o encuentros con el fantasma de Rodrigo Lira. Una obra entrañable que confirma la contundencia del proyecto narrativo e intelectual de Juan Pablo Sutherland.