¿Será amor lo que siento por Julien?», se dijo al fin. Este descubrimiento, que en cualquier otro momento la hubiera sumido en remordimientos y en una profunda agitación, no fue para ella más que un espectáculo singular y como indiferente. Su alma, agotada por todo lo que acababa de sufrir, carecía de toda sensibilidad que pudiera servir a las pasiones