Este libro esboza el desarrollo histórico de la izquierda mexicana deteniéndose en los momentos fudamentales. Aunque sigue los hilos de las tres grandes corrientes que la conforman (socialismo, nacionalismo y socialcristianismo), se ocupa con más detalle de la izquierda socialista que presenta una mayor diferenciación por la importancia que otorgó al debate ideológico. Esto no significa que se desatendieran los vínculos con las demás corrientes, sobre todo después de 1988, cuando dieron lugar a nuevas configuraciones políticas desdibujándose el planteamiento socialista. La narración respeta un orden cronológico, sabiendo de antemano que la historia de cada una de las corrientes, y de los socialismos en particular, no tiene un curso lineal, que pueden convivir.