Desde la bomba atómica hasta los robots de combate y la inteligencia artificial. Una visión moderna de la industria armamentística y la evolución de los artefactos de combate y su capacidad destructiva, desde la Guerra Fría hasta nuestros días; desde las armas más pequeñas e invisibles hasta las más mortíferas, los arsenales atómicos y la guerra tecnológica en el mundo digital. Tecnología militar nos adentra en un contexto en el que el desarrollo de armas, desde las más pequeñas e invisibles, hasta las más grandes y mortíferas van a tener una enorme influencia en la política internacional y el modelado del mundo durante la segunda mitad del S.XX y el S.XXI.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial las grandes potencias vencedoras llegaron a una serie de acuerdos para repartirse las áreas de influencias, en especial las dos grandes potencias vencedoras los EE.UU. y la Unión Soviética, ambas con dos modelos distintos de sociedad las cuales se verán, unos pocos años más tarde, envueltas en un conflicto diplomático, político e incluso en algunas zonas en conflictos militares (directos e indirectos), esta obra se centrará en la utilización específica de los armamentos de cada uno de los contingentes relacionados con el último aspecto, tanto de los Estados Unidos y la Unión Soviética. Desde el desarrollo del proyecto Manhattan, ambas superpotencias van a iniciar una doble carrera. La carrera atómica por un lado, con hitos como la consecucion de la Bomba H por parte de la URSS en 1953 probada en Kazajistán.
La problemática de armamentos no terminó con la caída del Telón de Acero, el descontrol político que siguió a la caída de la Unión Soviética, dio como resultado a un mercado prácticamente ilimitado e ilegal de las armas rusas, provocando su redistribución y su reutilización a lo largo de todo el globo. El 10% del arsenal atómico que estaba distribuido por los antiguos países del bloque soviético se perdió.
Durante la década de los años 90 del S.XX, la OTAN creó programas de destrucción, así como de control de armamentos y el fracaso de estas políticas dio como resultado la crisis de las armas de destrucción masiva en Irak, que culminaron con la invasión del país, en el año 2003, motivado también gracias a la nueva llamada “guerra contra el terrorismo” (que inauguraría las guerras 4.0) que proclamó el presidente George W. Bush tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
La «nueva Guerra Fría» entre Estados Unidos, Rusia y China ha provocado un renacimiento y reinvención en la industria armamentística. Chica ha conseguido replicar los cruceros americanos Arleigh Burke, poniendo en servicio su modelo tipo 055, así como el caza J20, de tecnología Stheal, son claros ejemplos de la nueva hegemonía que está ejerciendo la República Popular China en el Pacífico.