Para poder decir qué es el humanismo cristiano caben dos métodos: uno, que daría lugar a algo interminable: analizar los otros humanismos para señalar las diferencias y posibles coincidencias del “cristiano” respecto a ellos. Otro, prescindiendo de ese análisis, estudiar solo los rasgos del humanismo propiamente cristiano.
El primer método, llevado con rigor, supondría elaborar una especie de enciclopedia del humanismo, lo que equivale a una parte sustancial de la filosofía, la antropología filosófica. Cosa inviable en un escrito breve como es este.
Este trabajo sigue una combinación de los dos métodos. Una somera noticia de los humanismos antes y después de Cristo y un análisis de lo que hay o no hay detrás de la expresión “humanismo cristiano”.