Bucarest, primavera de 1945. Un hombre camina por la ciudad medio derruida, en dirección a la universidad, y recuerda. Rumanía cambió de bando a última hora y, en cuestión de meses, ha pasado de ser una dictadura fascista a convertirse en un país controlado por la Unión Soviética. Pero el hombre ha sobrevivido, tanto a la brutalidad antisemita como a los bombardeos de las dos partes. Porque el hombre no es otro que el escritor Mihail Sebastian: judío; amigo, entre otros, de Cioran o Mircea Eliade; miembro de la intelligentsia rumana que, bajo la tutela del profesor Nae Ionescu, flirteó con la Guardia de Hierro. Y hasta qué punto las palabras no son también responsables de la barbarie, como la frivolidad, el oportunismo, el mirar para otra parte… Concebida como una sinfonía, La noche más profunda es el retrato de un temperamento concreto, de una manera de percibir la vida, pero a la vez es el friso de toda una época que termina; una novela que va desde las lealtades y traiciones de la amistad y el amor, hasta la gran crisis europea de los años treinta y el horror de sus consecuencias.