—Pero no podés cambiarlo de golpe, y vos solo no vas a poder.
—Es que no estoy solo, ¡eso es!… ¿me oís?… ahí está la verdad, ¡eso es lo importante!… En este momento no estoy solo, estoy con ella y con todos los que piensan como ella y yo, ¡eso es!,… y no me lo tengo que olvidar. Es ésa la punta del ovillo que a veces se me escapa. Pero por suerte ya la tengo. Y no la voy a soltar. …Yo no estoy lejos de todos mis compañeros, ¡estoy con ellos!, ¡ahora, en este momento!…, no importa que no los pueda ver.