¿Qué lugar ocupan el nuevo cine argentino y el mexicano en el horizonte del final del arte? En la época de la imagen total el cine continúa —contra las profecías de su eclipse— como mecanismo de constitución de identificación colectiva. De esto da cuenta el libro de Cristina Gómez Moragas a través del análisis semiótico de personajes que representan trayectorias de excepción, sujeción y disyunción en espacios vacíos de derecho. En estos espacios examina la estética de la violencia como una forma de representación de lo político a través de la banda que juzga al corrupto (Nueve reinas); de la violencia de un exmilitar (El custodio); de la barbarie de los sicarios (Amores perros); de la revancha justiciera de un exconvicto (Un oso rojo) y de las poblaciones excedentarias en el norte de México (El infierno).