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Clyo Mendoza

Silencio

  • Ana Saenzhas quotedyesterday
    Cuántos de mis amigos han muerto, cuántos tienen hambre. A cuántos les he arrojado un puño de tierra a los ojos para que no miren, para que no me miren, para no verlos.

    Estoy tan limpia. Tan limpia.
  • Ana Saenzhas quotedyesterday
    No me dolió saber que él tenía otra familia, que tenía un nuevo hijo varón con una mujer más joven, me dolió el alivio. Ya no era yo su única testigo. Qué horror y qué consuelo tener que repartir con alguien esa carga. Seguro le prometió llevarla al mar, pensé. Porque aquí todos queremos ir al mar y nunca vamos.
  • Ana Saenzhas quotedyesterday
    Mi mundo era ese, quería cantar todos los días para arder. Que me agarrara el sol tendida en el encono, tendida en esa guerra. Escuchaba a las piedras rugir y hablarme sobre un rojo que ardía sin rumbo y se llevaba todo. Las escuchaba decir: “una plaga de insectos puede ser también una plaga de hombres que visten el color de las ramas”.
  • Ana Saenzhas quotedyesterday
    Este vuelve a ser el instante del floreo, el instante de la noche en que caí al mundo, la noche en que tu padre estuvo orgulloso de tu sexo, la noche en que mi madre temió por mi sexo, la noche en que las olas estrellaron, el instante preciso en el que una lejana tortuga anidó en la playa. No cierro los ojos: los abro. Me quedo junto a ti, me hundo en ti cantando, porque no hay guardián más parecido al sueño, al fuego, a las rocas. Te siento retroceder y llevarte tu sombra, pero sé que me oyes.

    Allá con qué nombre debo llamarte. Con qué nombre te busco.
  • Ana Saenzhas quotedyesterday
    Gasisi nana, gasisi tata

    cuananu mediu

    chusinu pan dxiapa’.

    Que duerma la abuela

    que duerma el abuelo

    robaremos un medio

    para comprar pan duro.
  • Ana Saenzhas quotedyesterday
    A los caballos se nos demanda ser ecuánimes, pero a veces las patas se nos vencen y caemos impávidos ante la muerte de pequeños fragmentos de nosotros: niños, árboles, otros caballos. No puedo nombrar lo que describo, no puedo llamarlo amor o explicarlo, solo puedo decir: no podemos permanecer inmutables a los trechos de nosotros que se van muriendo.
  • Ana Saenzhas quotedyesterday
    El rojo es el primer color que vemos. ¿Cómo podríamos prescindir de él? Si nacemos a través de ese río de placenta y al nacer la sangre nos llena los ojos. Hombres y caballos somos bestias coronadas por la sangre en la abertura, coronados por la luz y el aire desde el momento en que el cuerpo llega. Pero ellos, los hombres, aman y son amados.
  • Ana Saenzhas quoted2 days ago
    Mi madre me encerraba porque me había descubierto llorando. Mi madre era hermosa. Se trenzaba el cabello frente a nadie. Olía siempre a leña, a lama de arroyo y a cenizas. Mi madre nunca se elevó por un amor ligero, a mi madre le pesaba el amor, la apuntalaba a la tierra. Ya ni siquiera soñaba. No podía soñar mi madre. Su cuerpo estaba orientado al suelo, miraba por la ventana con la cabellera cruzada en su pecho, en una isla, y se dormía.
  • Ana Saenzhas quoted2 days ago
    Hay casas así; hombres que mandan a construirlas. Verdades que alumbran con el fuego de las muertas y con esa invisible fiebre los señalan.
  • Ana Saenzhas quoted2 days ago
    Morir es ahogarse en su mismo mar interno, gran mar, amplio. La sangre siempre estuvo enviando ese llamado fluvial, hubo siempre un rumor, a veces lejanísimo, otras veces gritando en ella, que de golpe, la agitaba.
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