En 1974 Pierre Bourdieu pronunció una conferencia alrededor de la moda donde señalaba que su interés por la misma procedía de su categoría de “herramienta indigna para intelectuales”. Veinte años después, Eric Hobsbawm observó que los diseñadores de moda habían podido predecir el futuro mejor que los vaticinadores profesionales.
En esta estela, Leticia García y Carlos Primo actualizan hoy ambas ideas para detectar los grandes puntos de convergencia entre la moda y la política.