Pero también por eso puedo contarte que siempre, frente a un tablero de ajedrez, es que me asaltan todos estos recuerdos. Ahora que tengo exactamente setenta y cuatro años y estoy cada día más cerca del adiós definitivo a la infancia y al coronel Mejía. Porque casi siempre es mi mejor amigo, Ryoji Matsui, de setenta y cuatro años también, quien se encuentra del otro lado del tablero, tratando de vencerme con su ejército bien alineado, tratando de aplicar su mejor estrategia, tratando de acabar con su enemigo.
Mahatma Gandhi ha dicho: “Es posible vivir en paz”