Cuentos felinos 2 corrobora la amplitud temática de los escritores caribeños, sus rotundas maneras de narrar y la frescura inclasificable de una prosa dichosa de una mayoría de edad.Ningún tópico pareciera retenerlos. Tampoco huyen de ellos.
Pueden fantasear, asumir el mundo inmediato o irse tras los vertederos de lo universal, sin perder la eficacia de un humor latente o abierto.