Cruel Winter with You

—Ya te he dicho que te amo —dice—. En tu cumpleaños, y… Creo que fue demasiado, demasiado pronto. Te conozco. Sé por qué tienes miedo. Así que no te lo diré otra vez. Puedo esperar y ser paciente. Pero no te equivoques, Jamie. El año que viene, cuando volemos a casa para las vacaciones, lo haremos juntos. Nos presentaremos en casa de tu padre al mismo tiempo. Dormiremos en la misma habitación, aquí o en la tuya. Todo el mundo sabrá que eres mía y que yo soy tuyo. Y antes de dormirnos, me dejarás decirlo.

Mis lágrimas son tan silenciosas que dudo que supiera que estoy llorando si no estuvieran cayendo sobre su piel.

—¿Marc? —digo contra su hombro.

—¿Sí?

—El año que viene, antes de dormirnos… —Dejo que mis dedos se deslicen por el pelo corto de su nuca—. Te lo diré de vuelta.

El reloj de pie de la planta baja suena a medianoche.

—Feliz Navidad —susurro.

Marc no contesta, pero siento su sonrisa en mi mejilla.

¿Tienes… La que me hiciste con el vestido de graduación… Alguna vez…?

—¿La imprimí? No. Pero… —Con algunas maniobras, saca el teléfono del bolsillo y lo desbloquea. El fondo es…

—No.

—Sí. —Sus labios presionan mi sien—. La puse ahí en cuanto la tomé. Y luego… de vez en cuando la cambiaba por otra cosa, pero al cabo de unos meses siempre volvía a ella. Por eso nunca pensé en ti como la que se escapó, Jamie. Dijiste que eso era todo lo que eras para mí, en tu cumpleaños, pero eso no es cierto. Porque para que te fueras, yo tendría que haberte dejado ir. Y nunca quise eso.

¿Crees que no soy un desastre? ¿Crees que no estoy constantemente aterrorizado de defraudar a la gente que me rodea? ¿De no ser suficiente para ti? ¿Crees que «rico y guapo» importa cuando me siento perdido y solo todo el maldito tiempo excepto cuando estoy contigo? Vamos, Jamie. Tú me conoces. Esa es la razón por la que tú y yo siempre nos hemos entendido tan bien: lo parecidos que somos. Has estado conmigo en lo más bajo y en la mierda, y siempre te las has arreglado para hacerme responsable sin juzgarme nunca. Eres la única que me ha visto no solo por lo que realmente era, sino también por lo que podía llegar a ser, y… te quiero «a ti». Lo quiero «todo» contigo. Quiero ir a trabajar por la mañana sabiendo que te veré en casa cada noche. Quiero estar ahí cuando tengas un día terrible en el hospital, y ser quien te recuerde que eres una médica fantástica. Quiero presentarte como mi esposa a todas las personas que he conocido. Quiero viajar a Illinois contigo para las vacaciones. Quiero que los dos estemos en el mismo equipo cuando juguemos al Pictionary con nuestras familias, y… —Me dio un beso firme en los labios—. Quiero darte el mundo, Jamie. Permíteme. Déjame, por favor.