Los mestizos han dedicado mucho tiempo a prepararse para la batalla decisiva contra los titanes, aunque saben que sus posibilidades de obtener la victoria son mínimas. El ejército de Cronos es ahora más formidable que nunca y, con cada dios y cada mestizo que logra reclutar, aumentan los poderes del maligno titán. Tras fracasar en un primer intento de detener en alta mar las arrolladoras tropas de Cronos, Percy Jackson y los olímpicos se esfuerzan por mantener a raya la furia desatada del monstruo Tifón. Y cuando Cronos ordena el avance definitivo hacia Nueva York, donde el monte Olimpo, en lo alto del Empire State, se encuentra prácticamente indefenso, pararle los pies al implacable Señor del Tiempo dependerá exclusivamente de Percy y su hueste de jóvenes semidioses.