El profeta

Porque para la fruta el dar es una necesidad, como el recibir es una necesidad para la raíz.

Y hay quienes tienen la verdad, pero no la dicen en palabras.

Y hay quienes hablan y, sin conocimiento ni premeditación, revelan una verdad que no comprenden ellos mismos.

Porque la visión de un hombre no, presta sus alas aotro hombre.

Porque la razón, gobernando sola, es una fuerza limitadora y la pasión, desgobernada, es una llama que se quema hasta su propia destrucción.

El mismo poder que te sacrifica, me sacrifica también; yo seré también destruido.
La misma ley que te entrega en mis manos me entregará a mí en manos más poderosas.
Tu sangre y mi sangre no son otra cosa que la savia que alimenta el árbol del cielo."

Decís a menudo: "Daría, pero sólo al que lo mereciera." Los árboles en vuestro huerto no dicen así, ni lo dicen los rebaños en vuestra pradera.

, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble.

Porque, así como el amor os corona, así os crucifica.

Pero, decidme, ¿quién es el que puede ofender al espíritu?

¿Ofende el ruiseñor la quietud de la noche o la luciérnaga ofende a las estrellas