En una colonia penal británica del océano Pacífico de fines del siglo XIX, tres convictos logran escapar. Uno de ellos, un pescador de perlas de Ceylán, tiene el objetivo de recuperar de las profundidades marinas la famosa Perla Sangrienta, robada de un monasterio budista y hundida en las profundidades del mar, para así comprar la libertad de su prometida, secuestrada por una secta religiosa.