Ambientadas en las pequeñas aldeas del oeste de Islandia, las historias de Jón Kalman Stefánsson exploran con sutileza los laberintos del alma humana a la par que destilan una visión poética de la existencia. Considerado el escritor más importante de su generación, el prestigio de Stefánsson se ha incrementado fuera de su país hasta ser reconocido como uno de los escritores europeos más relevantes del momento. Esta nueva edición de la primera parte de la «Trilogía del muchacho» —que se completa con La tristeza de los ángeles y El corazón del hombre, de reciente publicación— permitirá al lector disfrutar de esos instantes de serena emoción que sólo se encuentran en la buena literatura.
La novela se sitúa hace poco más de un siglo, en un poblado de pescadores de los fiordos occidentales, entre montañas escarpadas y un mar generoso y voraz, capaz tanto de dar alimento como de arrebatar vidas. Siguiendo una tradición centenaria, los hombres salen a pescar desde muy jóvenes en diminutos botes y, para alcanzar los bancos de bacalao, con frecuencia deben remar durante horas entre el oscuro oleaje. Y no saben nadar. Una noche, un muchacho y su amigo Bárður se embarcan en la cuadrilla de Pétur y se lanzan a la mar. Apenas adolescentes, comparten su afición por los libros y sus ganas de conocer mundo. Después de largar las líneas, mientras aguardan la captura, el horizonte se llena de nubes y se levanta una peligrosa ventisca de invierno. El bote inicia a duras penas el regreso a tierra y, a medida que aumenta el frío polar, la frontera que separa la vida y la muerte puede depender de una sola prenda: un chaquetón de piel.