En México existe una infinidad de muralistas famosos y murales plasmados en interiores y exteriores de múltiples edificios que albergan instituciones públicas, religiosas y privadas. Cada uno de ellos nos recuerda la ideología, los hechos, la trascendencia y los personajes destacados de nuestro pasado, desde la óptica particular del artista.
En este libro nos enfocaremos a un mural en particular, que hace referencia a un gran personaje: fray Antonio Alcalde y Barriga. Del otro lado del mar, desde la ciudad de Cigales, llegó a territorio mexicano un gran español, bajo la comisión de fraile, enviado, a través de la orden religiosa de los dominicos, como predicador a la Nueva España en el año de 1763. Asignado a la zona de Yucatán, inicia contacto con los naturales, motivándolo a desarrollar sus primeras obras en nuestro país; las cuales abarcaban aspectos de las necesidades básicas del ser humano: educación cristiana, alimentación, salud y trabajo. Es así que poco a poco que fray Antonio Alcalde conformó las primeras escuelas para hombres y mujeres, los talleres de trabajo, iglesias y albergues.