Propone en estos ensayos de pensamiento social que es necesario creer en algo que vaya más allá de nuestra vida para ser mejores empresarios. Creer en la persona, en la empresa y en la sociedad va de la mano con creer en Dios; ayudar a quienes sufren y a los más desfavorecidos, porque como ya observaba Aristóteles, el ser humano nace para vivir una buena vida. Estos ensayos no nos dicen qué hacer como empresarios, pero nos recuerdan que cada uno tiene una misión única que vale la pena vivir plenamente.