La pobreza global es uno de los problemas más grandes del mundo. Desde la educación hasta la atención médica, la infraestructura para erradicar la corrupción, se han ofrecido demasiadas soluciones, pero que se basan en ensayo y error. Esencialmente, el plan a menudo es identificar áreas que necesitan ayuda, inundarlas de recursos y esperar ver cambios a lo largo del tiempo.
Pero la esperanza no es una estrategia efectiva. ¿Cómo es posible que naciones que reciben millones de dólares en ayuda sigan siendo pobres?
Christensen sugiere una mejor manera. El tipo correcto de innovación no solo construye empresas, sino que también construye países. La Paradoja de la Prosperidad identifica los límites de los modelos comunes de desarrollo económico, que tienden a ser esfuerzos de arriba hacia abajo, y ofrece un nuevo marco para el crecimiento económico basado en el espíritu empresarial y la innovación de creación de mercado, para analizar países como Japón, Corea del Sur, Nigeria, Ruanda, India, Argentina… y México.