Por mucho una de las mejores novelas históricas (o basada en la historia) que he leído. La excelente prosa, el humor negro, la creatividad del escritor para imaginar y recrear un mundo que nos es distante aunque compartamos geografía, los personajes históricos sí pero encarnados en esta novela, las posibles respuestas a las interrogantes que más seso han demandado de los estudiosos de la conquista, desde la grilla política, o la ambición o la soberbia o, por qué no, el hartazgo.