Si compartir los sueños con un chico normal ya es complicado, hacerlo con Jude Ryder es casi una imprudencia. Impulsivo, apasionado y temperamental, Jude sólo quiere vivir el presente -y esto no está nada mal, porque es un bombón-; pero Lucy sabe que para que lo suyo funcione deberán aprender a superar sus pasados y esforzarse por compartir los planes de futuro. Y, claro, esto no es tan divertido como vivir su pasión como si no hubiera mañana… Además, las vacaciones separarán de nuevo sus caminos: Lucy se debe al ballet y a la búsqueda de un trabajo de verano mientras que Jude tiene que entrenar para las pruebas de la NFL. ¿Pueden los polos opuestos atraerse lo bastante como para superar la distancia o se darán cuenta que su destinos son incompatibles?