Rodas consigue recrear en toda su amplitud y complejidad un acontecimiento desde dos puntos de vida distintos, y al mismo tiempo hacer un muy bien perfilado retrado de sus principales protagonistas. Después de presentar los antecedentes de los contendientes (Solimán el Magnífico y Phillipe Villier), se narra el largo asedio al que fue sometida Rodas desde el 26 de junio de 1522 hasta enero de 1523, con especial atención a los movimientos de espías y a los episodios militares, y mostrándolos tanto entre las filas de los musulmanes como entre las de los sitiados. El valor estratégico de la isla y su pérdida, pese a la declaración de Carlos V ( nada en el mundo estuvo tan bien perdido como Rodas ), se acentúan por la espléndida y muy ambiciosa trama creada por Goodman. Esta novela es la mejor recreación narrativa de un acontecimiento de primera magnitud en el que intervienen diversas órdenes de caballeros europeas, el conflicto entre dos culturas… y una reflexión acerca del choque entre Oriente y Occidente.