En esta obra proponemos acercarnos a la perspectiva de las víctimas a través de relatos literarios de ficción que pueden servir para conmovernos ante el mal y hacernos sensibles al sufrimiento del otro. Visibilizar sus experiencias y perspectivas es fundamental para que quienes no han padecido la violencia o la han padecido a manos de otros actores puedan comprender la injusticia del sufrimiento vivido. La literatura, particularmente aquella que asume la perspectiva de las víctimas, tiene un enorme potencial para cultivar la deslegitimación social de la violencia de motivación política. Pero su mayor potencial radica en que puede ayudar a incorporar al imaginario colectivo de una comunidad sus experiencias que, por lo general, han sido excluidas, invisibilizadas o silenciadas. La literatura activa la imaginación narrativa y las emociones y sentimientos que despierta nos pueden conectar íntimamente con la experiencia humana del otro, pudiendo incluso llegar a resquebrajar los muros ideológicos desde los que es más fácil justificar la violencia y la victimación.