Este libro examina la evolución de la criminalidad en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, la metrópoli real, fragmentada por las decisiones políticas. Muestra cómo existe un patrón delictivo urbano sistemático en toda la mancha urbana, que supera la división política. Estima el tamaño del mundo criminal en la gran ciudad y las respuestas de los distintos gobiernos y de la sociedad hacia estas formas de violencia. Evalúa a las políticas ejecutadas por los gobiernos locales contra la violencia, al ejercicio de la coerción estatal y a la búsqueda de una forma diferente de hacer justicia. Es el primer estudio que elabora una estimación completa del tamaño del mundo criminal en la metrópoli.