En la ciudad de Iq, cada semana reportan la desaparición de una niña, quien después es hallada con terribles mutilaciones. El fiscal Leal asume la responsabilidad de resolver el caso mientras arrastra su humanidad plagada de debilidades, heridas y torpezas.
Para detener el terror que abruma el lugar, se ve obligado a echar mano de herramientas que rayan en lo fantástico y lo absurdo, en lo raro y lo escabroso. Y ese terror es producto del Hambre (hambre en cursiva) que yace en todos, pero que se torna incontenible en los abusados, los abandonados, los rechazados, los desposeídos.