Las primeras partidas del balance contable que poseemos nos indican que volemos a París, tomemos un taxi y nos dirijamos a rue de Rome, cerca de la place Vendôme. En el portal número 4, una sociedad francesa controlada por la APSA posee, de hecho, algunos de los inmuebles más prestigiosos de la ciudad. Se llama Sopridex S. A., ha tenido inquilinos famosos (como el expresidente François Mitterrand, el exministro Bernard Kouchner y su mujer Christine Ockrent) y hoy tiene actividades inscritas en el balance que llegan a 46,8 millones de euros. El personal incluye, leemos en el balance, «un director, tres empleados, dedicados a la limpieza», y la nada desdeñable cantidad de «dieciséis conserjes».
Alejándonos de los inmuebles parisinos (el Vaticano tiene en total centenares de unidades inmobiliarias entre empresas y pisos, a lo largo de los Champs-Élysées, en el centro histórico y en el barrio de Montparnasse, donde era inquilina también la exministra Christine Albanel) y aterrizando en Ginebra, descubrimos que la «sección extraordinaria» controla también diez sociedades suizas (entre ellas, Diversa S. A., la Société Immobilière Sur Collonges y la Société Immobilière Florimont) que, junto a la empresa matriz Profima S. A., gestionan propiedades y terrenos no sólo en la Confederación Helvética sino en media Europa. Todas juntas –se lee en el balance– tienen una facturación anual de 18 millones de euros, y un consejo de administración compuesto, cada una, por siete personas.