—Recuerdo como si fuera ayer cuando nos vimos por primera vez, tu olor, tu mirada, cómo me estremecí cuando agarraste mi cintura para que no cayera al suelo al tropezarnos en el colegio, tus labios, tus manos…—a medida que hablo, más y más imágenes se agolpan en mi cabeza, hurgando en el paraje desierto de mis recuerdos, perturbando en mí quien yo fui.