Chloé es Daphne y Daphne es Chloé; ambas protagonizan este texto fragmentario, autobiográfico y disparatado, donde las consecuencias de la violencia del patriarcado se manifiestan en la alienación y desubjetivación que sufre la autora/narradora, atrapada en una relación ordinaria. Este malestar es la fuerza impulsora de la reconstrucción de su propia identidad: Chloé/Daphne decide abandonar definitivamente su hogar en busca de su lugar dentro un mundo hostil. Opta por la prostitución, convirtiéndose en moneda de cambio como única forma de negociar una alienación tolerable. Siempre al borde entre lo real y lo onírico este libro es un acto de denuncia de las consecuencias del patriarcado tanto en las relaciones como en las instituciones.