Verona, año 1900. La joven Isolina Canuti se queda embarazada de su amante, el teniente Carlo Trivulzio. Forzada a abortar, muere durante la operación, y su cuerpo, descuartizado, es arrojado al río Adige. Cuando sus restos son hallados accidentalmente por una lavandera, se abre un proceso salpicado de trabas, que la prensa sigue con morbosa atención. Por un lado, un intachable oficial amparado por las instituciones militares; por el otro, nada más que el desvanecido recuerdo de una humilde costurera: la pruebas desaparecen misteriosamente, los testigos son intimidados y la investigación acaba finalmente en punto muerto. La existencia de Isolina, considerada un mero accidente hasta por su propio padre, es borrada, renegada, ultrajada. Ochenta años después, otra mujer, la escritora y activista feminista Dacia Maraini, vuelve a investigar sobre este caso real, y tras una paciente y minuciosa reconstrucción de los hechos a través de los artículos periodísticos de la época y de los documentos procesales, devuelve a Isolina esa justicia, ese rescate moral y ético que los mecanismos de autodefensa de la sociedad patriarcal le negaron hace cien años.