Una obra cumbre en la que se desnuda a la sociedad francesa de principios del siglo XIX, en donde el autor denota su inconformidad y presteza para denunciar lo que él considera la sociedad de la apariencia, en dónde no hay mayor desgracia y ridículo que ser pobre. El personaje de Julien Sorel exhibe a la perfección la corriente romántica, el idealista y valiente, el cínico y sagaz que sabe valerse de la adversidad para sacar ventaja de las diversas situaciones, y que pese a lograr brillar en el ámbito social, escalar peldaños en una sociedad que margina a las mayorías, muere por amor.
Una novela que, pese haberse escrito hace ya doscientos años, resulta muy amena. Tiene un poco de todo: intriga, pasión, suspenso y una sobredosis de política y críticas social, no debo irme sin mencionar que también se puede encontrar el amor.
Excelente la simbología detrás del título que se descubre al final de la historia! Altamente recomendable para los que gustan de la auto-crítica.