Antes de cumplir los 30 años, Louis Pasteur había hecho descubrimientos que serían fundamentales para la estereoquímica, y no había alcanzado los 60 cuando los sabios lo aclamaban como uno de los máximos benefactores de la humanidad. Este libro estudia la vida de Pasteur y relata cómo sus aportaciones a diversas ciencias -muy concretamente a la medicina— fueron fruto de investigaciones efectuadas con un rigor y un discernimiento acaso nunca igualados.