Hay un hombre, que harto de oler a muerto, decide hablar. Yo torturé, dice, y cuenta una historia que no es sólo suya. Hay una mujer que piensa en ese hombre y entrelazando su propia imaginación y su memoria reconstruye esa historia, que es la historia de todo un país. Un libro denso y duro de leer, pero tan bien escrito que resulta ágil y de fácil lectura.
El ejercicio de memoria constante que realiza Nona es impresionante. Es muy duro leer las partes íntimas de los testimonios y las voces que se les tenía que dar voz, aunque no quisiéramos por la monstruosidad que fueron y generaron en el golpe de Estado.
Lo quiero volver a leer. 😭
Narra como un agente del estado represor puede tener sentimientos de culpa y arrepentirse, lo cual lo conduce a hablar sobre lo que hacen a los opositores políticos.