Ann Caldwell no sabía quién era realmente. Había crecido obsesionada con la idea de ganarse la aprobación de su padre, pero nunca lo había conseguido. De pequeña había sido demasiado femenina y de adulta no era lo bastante mujer. Incluso se había hecho policía para satisfacerlo. Pero ahora que su padre ya no estaba, Ann se había dado cuenta del vacío de su vida. Deseaba enamorarse, pero no tenía la menor idea de cómo llegar a un hombre, sobre todo si se trataba de su compañero, Juan Díaz, que jamás le había prestado la menor atención.
Mientras trataba de encontrar su camino en el mundo, Ann iba a tener que descubrir quién se estaba dedicando a matar policías. Díaz y ella tendrían que resolver el caso antes de que muriera alguien más…