Los cuatro últimos libros de La guerra de los judíos relatan con dramatismo la caída de Jerusalén ante el asedio de Tito, y atestiguan el triunfo arrollador de los romanos.
El libro IV (años 67–69) narra el avance triunfante de Vespasiano por el norte de Judea y el bloqueo de la capital, su proclamación como emperador y su viaje a Alejandría y posterior desplazamiento a Roma. El libro V (primavera-junio del 70), dedicado al asedio de Tito contra Jerusalén, refiere la caída de los muros segundo y tercero, las exhortaciones de Josefo a los defensores para que se rindan y la decisión de los romanos de construir un muro de circunvalación para ahogar la ciudad. El libro VI (julio-septiembre del 70) relata la caída de la Torre Antonia, el incendio de los pórticos del Templo, el incendio final del Santuario y la toma de la ciudad. Finalmente, en el libro VII (70–74), Jerusalén es demolida, Tito se retira de Judea, desfila triunfalmente con su padre Vespasiano en Roma y caen los últimos reductos de la resistencia judía.