La mente es la raíz de todo el sufrimiento y también la raíz de toda la felicidad. Piensa en eso. Es algo que puedes contemplar durante el resto de tu vida: cuando aparezca algo que te cause insatisfacción, que haga que comiencen los patrones habituales, que desencadene la reacción, que te haga enfadar, estar solo, celoso, pregúntate: «Estas emociones ¿están ocurriendo por circunstancias externas? ¿Dependen completamente de ellas