Archivo agonía

Resulta irónico, sin duda, que la vida nos enseñe a morir bien y, en medida de lo posible, nos conduzca también a aprender a seguir viviendo tras los efectos de la muerte. Así es la vida.

Qué permanece? ¿Qué sobrevive a la erosión del tiempo?

Cuántas vidas vive un hombre en el transcurso de morir?

Tal vez por eso adoramos la fotografía: es estable

Es posible que esta carta no te llegue nunca.
Siempre resulta bastante extraordinario que
una carta logre llegar alguna vez a su destino.
Vita Sackville-West a Virginia Woolf

Una foto es una rebanada estática de realidad, no es una percepción cambiante y en evolución. Y, sin embargo, imita el movimiento.

¿Cuántas vidas vive un hombre en el transcurso de morir?
¿En qué tipo de humano se convierte uno en cada una de esas etapas?

Nombrar las formas del fuego así como le ponemos nombre a las figuras de las nubes. Un nombre impronunciable. Pero es difícil nombrar algo que no deja de moverse y muta por segundos. La textura del fuego es innombrable.

El centro oculto de una muerte pública, respaldada por la ley, barnizada de civilidad, higienizada para el beneficio de la respetable audiencia. Es necesario encubrir para poder observar. Lo dicta la decencia

Pienso aquí en las muchas palabras que existen en ciertos idiomas para el acto de mirar, por ejemplo, en inglés: gaze, stare, look, pry, observe, see, watch. En español tenemos tan pocos: ver, mirar, observar. Así es, pues, de variable la amplitud del vocabulario alrededor de las acciones del ojo. Incluso hemos olvidado que también miramos el mundo a través del resto de nuestro cuerpo. Y que lo que vemos, nos atraviesa.