La época en la que nos ha tocado vivir nos impone un ritmo de vida cada vez más agotador, con una considerable disminución del tiempo libre. El mundo de la cocina no ha sido insensible a estos cambios. En efecto, el estrés y la dinámica de vida actual ya no nos permiten dedicar muchas horas a la cocina; el tiempo disponible para los menesteres culinarios se ha reducido, debido a los numerosos compromisos que vamos adquiriendo. Pero, al mismo tiempo, deseamos comer bien, de forma sana, con platos sabrosos, que no lleve mucho tiempo prepararlos. Por todo esto, el progreso tecnológico logrado en estos últimos años en todos los sectores ha llegado hasta la cocina, poniendo en manos del consumidor unos aparatos modernos, en continua evolución: los hornos de microondas, cada vez más sofisticados y con extraordinarias prestaciones. A cada tipo de cocción corresponde una intensidad distinta: intensidades bajas para cocciones delicadas, intensidad alta para cocciones más fuertes. Solamente la experiencia y la práctica proporcionarán los mejores resultados.